Hoy contamos con 2 invitados de lujo,
Javier Quintero miembro de Unidad Popular y la caricatura de Philippe P.
Trump es un bufón, un Jesús
Gil o un Berlusconi europeo, el resultado de la quiebra del sistema
capitalista, una quiebra estructural que provoca en toda su crudeza la
desigualdad del sistema capitalista que agoniza fagocitándose a sí mismo y
provocando que la factura la esté pagando la sociedad mientras una minoría
sigue acaparando la riqueza y sigue aumentando la desigualdad. Trump es la
esperanza y la rabia a partes iguales de un electorado harto de la oligarquía
clásica que promete una vez tras otra CAMBIO, pero el cambio que ve la sociedad
es solo el del empoderamiento de su situación mientras una minoría sigue
amasando riquezas, ante el discurso del Establishmente de Hillary que promete
el cambio que nunca llega o si lo hace es a peor.
Trump promete
proteccionismo, mano dura con el inmigrante y una serie de medidas que
caracterizan los fascismos, pero que gran parte el electorado compra, hartos de
que el discurso oficial del Establishment los engañe y haga promesas que no se
terminan de cumplir nunca, mientras sus condiciones de vida empeorando.
Trump es el último
recurso de los desesperados que han estado esperando cambios que no llegaban
mientras sus condiciones de vida empeoraban fundamental por una quiebra del
capitalismo, que hace que las elites económicas solo vean la salida de una mayor globalización en la que explotar a toda
la población, incluida la de los países hegemónicos del capitalismo (ya no
basta con explotar solo a las sociedades de las aéreas periféricas del capitalismo
liberal), es la única salida para mantenerse en el statu quo de las elites
dirigentes mundiales. Trump será un fracaso y una decepción para todos esos que
confían en un cambio.
La última esperanza de
un Outsider que en realidad es producto del sistema, son las aberraciones que
produce el sistema que solo acelera la autodestrucción del sistema porque
aceleran las etapas históricas del desencanto social. Trump no va a cambiar
nada aunque quisiera todo se va a reducir a “prometer y prometer hasta la meter y una vez metido
olvidar lo prometido”. El sistema no lo cambia ni el presidente del imperio que
solo va a ser una pieza más del engranaje, otra cosa será ver que pasa tras la
nuevas decepción que supondrá Trump, para todos esos que ya no confían ni en el
sistema ni en los que lo dirigen, ni cómo funciona y en la que Trump es la última
apuesta.
Solo hay dos opciones:
1.-Vuelta de tuerca del sistema hacia la
globalización como la evolución natural hacia siervos de la era postmodernos.
2.-Ruptura con el sistema capitalista liberal que está
quebrado y construir un nuevo modelo más justo socialmente, equitativo y
sostenible. No hay ni soluciones ni vías intermedias, como ha hecho PSOE, que
ha apostado por el sistema TODOS TENDRAN QUE DECIDIR CLARAMENTE EN DONDE ESTAN,
EN DOS VUELTAS DE TUERCA DE CONTINUISMO DE RUPTURA.
Cuando dices que el presidente no puede cambiar nada, que es solo un engranage más, discrepo un poco (no mucho)... le doy una vuelta mas...
ResponderEliminarCreo que es lo contrario, mas que mandar es el freno de un "sistema", oscuro, opaco, invisible pero muy tangible. Recordemos que la ultima vez que gobernó un descereberado republicano (para mas inri) cayeron las torres gemelas, se inicio la guerra de Afganistan y la de Irak... conflictos, los tres, todabía abiertos...
Es mas necesario que nunca que el presidente de USA ponga freno a un sistema cortoplacista que solo da valor al resultado económico de sus inversiones.
La verdad es que en EE.UU. el sistema capitalista es un engranaje que funciona perfectamente al margen de quien lo preside y la política diaria se deciden en buena medida en las cámaras pero también es verdad que el presidente tiene mucho poder y prerrogativas, entre ellas el control del botón nuclear y este tipo es un descerebrado.
ResponderEliminarGracias a los dos por participar en los comentarios
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