jueves, 24 de noviembre de 2016

EL TRABAJO NO ES UN MILAGRO.



Si repasamos la historia del hombre, vemos que cuando más nos hemos dedicado al trabajo, es cuando hemos ido abandonado nuestra condición de animal (mono). Vemos como se fue evolucionando, siempre vinculado el esfuerzo en la sociedad, dejando atrás cosas aleatorias como por ejemplo la caza. Hasta que llegamos a ser sedentarios en vez de nómadas.

Pasamos de ser animales a usarlos en nuestro propio beneficio y hacernos la vida más cómoda. Después iniciamos un periodo donde empezamos a dejar los animales y a servir a las maquinas, siendo nosotros los esclavos de ellas. El uso de las infraestructuras con el apoyo del hombre produce un gran choque, añadiendo muchas horas de trabajo y poco sueldo. Llevando a crear grandes bolsas de desempleados. Haciendo que el desarrollo de los ciudadanos se quedara estancado.

Con este periodo conocido como la revolución industrial se inicia una gran cantidad de luchas obreras. Esas disputas entre proletariado y empresariado eran constantes y muy agresivas. Se pedían mejoras que se veían como utopías. Por ejemplo una jornada laboral de 8 horas con una subida salarial. Todo esto se soluciona después de la 2ª Guerra Mundial con la Carta de Los Derechos Humanos. Donde entre otras cosas considera el trabajo como una condición esencial y parte de los instrumentos que necesita la sociedad para el desarrollo y la dignidad del ciudadano.

Pasan unas décadas hasta que vemos como en la actualidad estamos ante otro punto de inflexión. Donde se pierden algunos trabajos, pero empiezan aparecer otros. Donde las maquinas empiezan a servirnos a nosotros. Para hacernos una idea y valga la redundancia, ya hay maquinas que construyen maquinas. Esto vuelve a crear de nuevo parados, donde el empresariado, vuelve a pedir otra vez trabajar más, por menos dinero. Como ya ocurrió en momentos históricos anteriores. Sin embargo debemos de adaptar el trabajo a nuestra época, no podemos parar nuestra propia evolución.

Solo espero que para llegar al cambio no se tenga que volver a repetir la historia. Porque hay que volver a repartir el trabajo. Mi duda está en cuánto tardaremos en darnos cuenta, de que no se puede detener el avance humano y que métodos hay que adoptar para contribuir a que se produzca ese salto.

Por supuesto tampoco podemos olvidarnos de que la compensación económica debe de ser la suficiente para poder vivir de manera digna. Algo que ya lo hare en otro escrito. Porque la crisis no es por falta de riqueza es por el mal reparto de ella.

Esta es mi versión de lo que necesita la sociedad, basándome en la historia. Por supuesto si tienen otra opción o ampliarla, no deje de comentarlo.

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