Así es como se conoce
este negro episodio de la Guerra Civil. Que en esta fecha se cumple 80 años y
que nunca se había tomado en cuenta. Atacando directamente a la población
civil, como si se tratara de tropas
regulares, incluso hasta en la huida y su posterior refugio.
Todo esto comienza el 3
de febrero del 1937, cuando las tropas sublevadas entran con varias columnas
desde el oeste que se unen Marbella. Desde el resto de la Sierra y Antequera, empezaron
a llegar hasta sitiar a Málaga .Mientras los Camisas Negras italianos avanzaron
desde Granada, poniendo el frente hasta Ventas de Zafarraya teniendo dominada
toda la zona de escapada, dejando como una opción el camino hacia Almería, que
era la única capital que estaba bajo control republicano, y que termino en la
mayor atrocidad que se pudo llevar a cabo. Contaban con más de 30 bombarderos,
mas otros tantos cazas que dominaban el cielo y castigaron duramente toda la
costa al paso de los que huían de manera continua, pero dispersa. Que hasta
hace poco se creían que eran unos 150.000, según cálculos hechos por Norman
Bethune (medico canadiense), que cuando se entero de lo que estaba ocurriendo
salió desde Valencia para socorrer a los civiles. Y que comento: “…Lo que
quiero contaros es lo que yo mismo vi en esta marcha forzada, la más grande, la
más horrible evacuación de una ciudad que hayan visto nuestros tiempos. Que
diga este hombre esa frase teniendo en cuenta que estuvo en conflictos
posteriores como la guerra de China con Japón, resulta un relato a tener en
cuenta.
Aunque estudios
posteriores creen que esta huida vinculo a unas 300.000 personas, contando las
que huyeron desde el oeste y norte, que terminaron uniéndose en Málaga, y los
que empezaron a huir de los pueblos posteriores. Según testimonios de
supervivientes, decían que los cuerpos descuartizados caían a tus pies o los
podías ver por el camino. Para este horror se unieron 3 buques desde el mar.
Desde el aire por unos 30 bombarderos y otros tanto cazas. Que hicieron una
carnicería a lo largo de más de 200 km que había hasta la capital Almería y que
cuando llegaron allí lanzaron 10 bombas donde estaban refugiados.
Para los que se
quedaron en Málaga no fue mucho mejor. Ya que al entrar las tropas fascistas en
la capital mataron en la primera semana unos 4.000 sin juicio previo, que se
encuentran en una fosa común y hasta el 1944 no cesaron las represalias hacia
los republicanos. Uno de los más famosos que ayudaron llevar a cabo los
procesos sumarísimos fue Carlos Arias Navarro el termino siendo ministro y que
no se basto con matar los milicianos, si
no a su familia. Llegando a ser apodado el Carnicerito de Málaga. Todas estas
cifras son aproximadas, aunque se estima que las víctimas fueron 1/5 parte de
la población, pero he visto señalar este parte de la historia que mucha gente
desconoce.
80 años se cumplen en estas fechas de uno de los hechos más crueles y silenciados de la Guerra Civil.Hecho en falta series de tv que hablen de la "desbandá" en vez de series y programas para maquillar a criminales franquistas como Serrano Suñer.Mientras no salgan a la luz vergüenzas como el asesinato de miles de andaluces el 8 de febrero de 1937 en la carretera Málaga-Almería,no se podrá hablar de "cerrar heridas".
ResponderEliminarGracias,Carlos,por traernos a la memoria algo que por más que pase el tiempo,debemos recordar y publicar en todos los medios que tengamos a nuestro alcance.Y más ahora que el fascismo vuelve a asomar sus pezuñas en esta Europa de frágil memoria.
Gracias Jon por tu comentario y por dedicar un poco de tiempo a leer mi escrito.
ResponderEliminarCreo recordar que Carlos Arias Navarro era fiscal en Málaga. Además, tengo entendido que, para que no se lo cargaran, mientras la ciudad estuvo en manos republicanas, fue escondido por una familia y se dice que, tras llegar las tropas nacionales, también denunció a la familia que lo había tenido escondido.
ResponderEliminarAparte de eso, según parece, siempre tuvo una buena amistad con Manuel Azaña, porque, antes de ser fiscal, estuvo bajo su mando en la sede del Ministerio de Justicia, en Madrid. Azaña, antes de llegar la II República, se ganaba la vida como jefe de uno de los negociados de ese Ministerio.
Saludos y enhorabuena por el artículo.
Gracias Juan por tu comentario. Yo tengo entendido que estuvo en la cárcel durante un tiempo, pero no estoy seguro ahora mismo. Me centre mas en relatar lo que sufrieron las victimas
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