El día después de las elecciones y en plena resaca para algunos y euforia
para otros. Hemos visto como se ha destruido el posible gobierno de extrema
derecha, con la atomización de partidos y la alta participación ciudadana. Esos
ciudadanos que se quedan en su casa y son siempre de izquierdas, pero
desencantados porque están en desacuerdo con algo o alguien del partido
político que han votado o pensaban votar. Digamos que se ha votado con miedo y
evitando que salieran algunos en vez de que ganaran a quien votaban, buscando
ese voto útil que tanto daño hace algunas veces a la política.
Tienen la opción totalmente contraria que es el voto con Unidas Podemos y
que viendo la manera de actuar de los morados durante estos meses con el apoyo
prestado a PSOE es lo mejor para el español de a pie. Incluso con algún partido
del entorno de la izquierda, minoritarios, nacionalistas, etc. Aunque viendo
los resultados esta la visión que veo mejor para los españoles, pero la más
complicada para los partidos.
Este pacto que sería lo que llamo un “gobierno a la portuguesa” teniendo en
cuenta como se las gastan las cloacas del estado y deciden arremeter contra
quien decide tocar los privilegios de esas élites económicas. Para entender este
convenio un poco, recomiendo leer a Boaventura de Sousa Santos. Donde explica
que haciendo unas reformas pequeñas pero constantes no llama tanto la atención al poder nacional y europeo, porque ya demostró la Troika que le puede
tumbar la democracia a cualquier país.